Aplicaciones de la infografía
Una infografía puede resultar útil para mostrar datos y explicar algo de una forma "visual", clara y sencilla. Los infográficos son eficaces en distintos campos de la comunicación, principalmente en el terreno editorial y periodístico, pero también en ámbitos relacionados con la comunicación corporativa, publicitaria o de marketing, y, por supuesto, en los terrenos de la educación y la divulgación. Tanto para publicaciones impresas como digitales.
Una infografía es un diseño gráfico que combina texto y diversos recursos visuales para presentar información precisa y facilitar su comprensión de una forma más rápida y amena; aunque en algunas ocasiones no se pretende simplificar la información, sino que lo que se busca es que el lector o usuario profundice e interprete diversas vertientes de esa información y de esos datos.
La infografía nos muestra información desde múltiples ángulos y con distintas panorámicas: los datos y las estadísticas, los mapas para la información geográfica, o los diagramas o formas esquemáticas.
Son casi infinitas las cuestiones que podemos contar y mostrar con una infografía además de cantidades y lugares: evoluciones, comparaciones, conjuntos de elementos, componentes, instrucciones, resúmenes, informes, tendencias, guías sobre cómo hacer algo, organigramas y estructuras, causas y efectos, procesos…
Procesos: mostrar cómo se hace algo
En la infografía adjunta, por ejemplo, muestro cómo realizar la cata de un vino en tres fases que coinciden con los sentidos que se utilizan: la vista, el olfato y el gusto. Se trata de un proceso.
- En una primera fase visual se aprecian las cualidades y la información que nos aporta el color, especialmente sobre su edad (joven, crianza, reserva).
- En una segunda fase, llamada olfativa, es el olfato el sentido que trabaja para descubrir los olores, los aromas que desprende y el bouquet.
- En la fase final o gustativa es el paladar el que tiene que concentrarse en los sabores (salado, dulce, ácido, amargo), texturas y el final.
Este sistema híbrido de comunicación que cada vez se utiliza más, debe su éxito a que necesitamos, ante las cantidades tan ingentes de datos y de información que recibimos, nuevas formas de lectura rápida y de comprensión más ágil. Y lo visual se asimila mejor y más rápidamente que lo que recibimos por medio de lo que oímos o de lo que leemos.
Internet ha incorporado definitivamente las infografías a la comunicación, especialmente en el mundo de los blogs, con formatos verticales, como las llamadas towergraphics. Gráficos informativos estáticos, en movimiento con imágenes dinámicas e interactivos, que permiten al usuario una cierta exploración, conviven actualmente en la red.
La infografía utiliza recursos de la comunicación gráfica, como las metáforas visuales, las convenciones gráficas, y la utilización eficaz y sutil de atmósferas visuales.
El proceso de realización de una infografía requiere una buena planificación y una preparación en función de los objetivos que se persigan, del medio o soporte donde se vaya a publicar y del estilo visual que queramos darle sugún sea el tema y los destinatarios.
En última instancia, una buena infografía es la combinación de una historia o narración gráfica con la presentación de datos o de explicaciones que transmitan un conocimiento.
En síntesis, nuestra infografía tiene que ser informativa, útil y atractiva.