Cabeceras de periódicos: Una clasificación tipográfica básica
¿Sabemos diferenciar las distintas familias tipográficas?, ¿podemos, por lo menos, agruparlas por estilos o rasgos similares? Las cabeceras de los periódicos nos sirven como muestra.
La utilización de letras góticas ha sido una constante en las cabeceras de los periódicos a lo largo de su historia. |
Las distintas familias de letras han ido apareciendo en diferentes épocas históricas, especialmente desde la invención de los tipos móviles y la imprenta: letras romanas, letras góticas, letras mecanas, letras lineales o de palo seco… y algunas de ellas han estado vigentes durante centenares de años.
Hasta hace dos décadas era cosa exclusiva de los profesionales del libro, de la imprenta, incluso de la prensa y de la publicidad. Ahora, con los ordenadores personales y sus sistemas operativos, los procesadores de texto o internet y la edición digital, prácticamente todo el mundo se convierte en “tipógrafo”, componedor de textos, al tener disponible un número casi infinito de familias tipográficas y de variaciones microtipográficas.
Una gran parte de esas familias que tenemos disponibles en nuestros ordenadores y que utilizamos para textos que queremos sean leídos, forman parte de algunas de las clasificaciones tipográficas establecidas y propuestas por diversos expertos en el tema a lo largo del siglo XX.
Hasta bien entrado el siglo XX, básicamente se utilizaban cuatro grandes grupos de tipos de letra en la composición de textos: las góticas, las romanas, las egipcias y las lineales. Dejamos al margen, las letras con formas caligráficas que imitan la escritura manual o las letras llamadas en otro tiempo “de fantasía”.
- Góticas, imitan las letras de los manuscritos empleados en la Edad Media por los amanuenses, y fueron adoptadas por Gutenberg en su fundición tipográfica para sus primeros tipos móviles empleados en la imprenta
- Romanas, basadas en el modelo de las mayúsculas y las inscripciones lapidarias romanas. Comienzan a fundirse como tipos móviles en el Renacimiento
- Egipcias, también llamadas mecanas, con remates o serifas, al igual que las romanas, pero con el mismo grosor que el asta. Surgieron en la época de la Revolución Industrial
- Lineales, sin remates y con sus líneas del mismo grosor. Proliferan ya en el siglo XX.
Observando las cabeceras de los periódicos
La cabecera en el periódico es su signo de identidad básico. Como escribía Mario R. García, es “el elemento tipográfico más constante del periódico”, además de vínculo de identificación del lector con el periódico, de forma incluso más intensa que en el caso de las marcas comerciales, que se identifican y forman parte de la memoria visual e incluso emocional de muchos ciudadanos. De hecho, en un proceso de rediseño, se suelen cambiar las familias tipógráficas con las que se presentará la infomación del conjunto de la publicación, la retícula o los colores de su paleta básica, pero, los rasgos esenciales de la cabecera muy pocas veces se actualizan.
Constantes tipográficas en el logotipo de un periódico
Podemos constatar que la inmensa mayoría de los periódicos diarios conservan sus cabeceras compuestas con uno de estos cuatro grupos tipográficos, que además responderían a la primera clasificación, realizada por Thibaudeau en 1921, que hemos apuntado anteriormente: Romana Elzévir, basada en las carolingias o góticas, Romana Didot, con remates horizontales caracerísticos o serifas, Egipcia o mecana y Antigua, sin remates o lineales. Y esta tradición continúa con los periódicos “nativos” digitales.
Edmund Arnold en su libro Funtional Newspaper Design, de 1956, destacaba que más de la mitad de los periódicos norteamericanos, utilizaban cabeceras dibujadas a partir de caracteres medievales o góticos. Esto se ha convertido en una convención gráfica que ha funcionado a lo largo del tiempo y aún persiste, hasta convertirse en una identificación con la representación de la propia prensa escrita. Hay que recordar que estas letras conocidas como góticas fueron el resultado de un largo proceso evolutivo que comenzó a partir de los rasgos fenicios, griegos, romanos, unciales y, finalmente, carolingios.
También es cierto que, junto al nombre impreso del periódico, suelen aparecer otros elementos gráficos como un lema, una imagen simbólica, o incluso, la fachada del edificio.
Observar las cabeceras o manchetas de los periódicos, ya sean de Europa, de América o de Asia, es un ejercicio interesante para entrenar la memoria y la percepción visual, además de empezar a elaborar nuestras propias clasificaciones tipográficas. No es difícil comprobar que además de estos caracteres góticos (La Voz de Galicia, Diario de Noticias, Republica.es…), la inmensa mayoría de los periódicos siguen utilizando, además de las egipcias (El País, Le Figaro, The Guardian…), diferentes variaciones de romanas, ya sean antiguas, de transición o modernas, y en menor medida, las familias lineales o de palo (El Periódico o La Razón).
Es ésta una forma básica, esencial, para comenzar a abordar otras clasificaciones más ámplias, complejas y especializadas, como las de Novarese, Atypi o Alejandrini, aparecidas en la segunda mitad del siglo pasado. O la de Marcel Jacno (1978) que limitaba su clasificación a cuatro grandes grupos, pero incluyendo únicamente, y esto es una cuestión esencial, las familias orientadas a la lectura de grandes bloques de texto.
En este gráfico se puede ver el porcentaje de tipos de familias de letra utilizados en los diarios digitales españoles, tanto en las cabeceras o manchetas, como en los titulares y en los bloques de texto.
Los cuatro variaciones expuestas en este texto (Serif, Sans serif, Slab o Egipcia y Gótica) para analizar las manchetas de los periódicos tradicionales impresos son las que siguen estando presentes en los periódicos digitales, aunque en proporciones diferentes.
Puedes ver el texto completo sobre la Tipografía en los periódicos digitales en el portal Periodistas en Español.
También es cierto que, junto al nombre impreso del periódico, suelen aparecer otros elementos gráficos como un lema, una imagen simbólica, o incluso, la fachada del edificio.
Observar las cabeceras o manchetas de los periódicos, ya sean de Europa, de América o de Asia, es un ejercicio interesante para entrenar la memoria y la percepción visual, además de empezar a elaborar nuestras propias clasificaciones tipográficas. No es difícil comprobar que además de estos caracteres góticos (La Voz de Galicia, Diario de Noticias, Republica.es…), la inmensa mayoría de los periódicos siguen utilizando, además de las egipcias (El País, Le Figaro, The Guardian…), diferentes variaciones de romanas, ya sean antiguas, de transición o modernas, y en menor medida, las familias lineales o de palo (El Periódico o La Razón).
Las cuatro grandes familias clásicas según la clasificación de Thibaudeau, de 1921. |
Es ésta una forma básica, esencial, para comenzar a abordar otras clasificaciones más ámplias, complejas y especializadas, como las de Novarese, Atypi o Alejandrini, aparecidas en la segunda mitad del siglo pasado. O la de Marcel Jacno (1978) que limitaba su clasificación a cuatro grandes grupos, pero incluyendo únicamente, y esto es una cuestión esencial, las familias orientadas a la lectura de grandes bloques de texto.
Los cuatro variaciones expuestas en este texto (Serif, Sans serif, Slab o Egipcia y Gótica) para analizar las manchetas de los periódicos tradicionales impresos son las que siguen estando presentes en los periódicos digitales, aunque en proporciones diferentes.
Puedes ver el texto completo sobre la Tipografía en los periódicos digitales en el portal Periodistas en Español.