Milton Glaser: La voz de la experiencia
Milton Glaser es el paradigma del diseñador gráfico, con una larguísima trayectoria de casi siete décadas de actividad profesional. Al margen de sus trabajos, nos sigue gustando recordar su décálogo de consejos para la vida (Esto es lo que he aprendido).
Neoyorquino nacido en 1929, Glaser no ha cesado de crear diseños que, en algunos casos, se han convertido en las imágenes más reproducidas, adaptadas y copiadas de la historia, como es el caso de su "I Love New York", una marca que Glaser regaló a su ciudad, convertida en la mejor declaración de amor.
Tras terminar sus estudios en la Cooper Union (1958-1951), Glaser viajó a Bolonia con una beca Fullbright, donde asistió a la Escuela de Bellar Artes y pudo conocer al pintor Georgio Morandi.
Al regresar a los Estados Unidos, Glaser fundó el Estudio Push Pin, junto a otros dos socios, en 1954.
Desde los años 70´ trabaja de forma independiente con su propia firma hasta la actualidad. Ha realizado cientos de posters, de portadas de libros y de discos; ilustraciones, logotipos y hasta algunas familias tipográficas.
Maquetas y diseño de periódicos
Sú área de trabajo más constante, aunque posiblemente menos "vistosa" ha sido la del diseño y maquetación de publicaciones. En los años 70´y 80´ fue director de arte del New York Magazine y del Village Voice, semanarios de informaciónn local y cultural que marcaron una época.
También rediseñó maquetas como la del Paris-Match, L´Express o Esquire, además de diversos periódicos en los años 80´ y 90´, como el Washington Post o La Vanguardia, de Barcelona, siempre en colaboración con Walter Bernard.
Portada de la revista NewYork Magazine con diseño e ilustración de Milton Glaser. |
Diseño de imagen integral
Milton Glaser también ha abordado proyectos de diseño multidisciplinar, como el que realizó durante años para la cadena de supermenrcados norteamericana Grand Unión Company. En este caso, Glaser planificó y transformó su identidad y su imagen, desde la decoración interior y exterior de los locales hasta la señalización, la publicidad o los envases de sus productos.
En este sentido, Glaser siempre se consideró a sí mismo como un "artista aplicado", capaz de moverse de un campo a otro y de un estilo a otro. Ló único importante para el diseñador -decía- es la eficacia en la comunicación.
MadMen, un homenaje al estilo gráfico de Milton Glaser. |
La enseñanza del diseño
Durante todas estas décadas de intensa actividad, Glaser también ha tenido tiempo para dedicarse a la enseñanza del diseño; siempre en Nueva York, en la Escuela de Artes Visuales (School of Visual Arts). "Enseñar es algo que uno debe hacer como parte de su actividad y de su práctica profesional", afirma. Y continúa en otro momento: "Dar clases de diseño en la SVA es una de las últimas cosas que dejaría de hacer de todos mis quehaceres".
Ya en la última década del siglo XX irrumpieron nuevas herramientas de trabajo, como los ordenadores Macintosh, la autoedición o el software de diseño, y se convirtieron para muchos nuevos profesionales de aluvión, en un medio y un fin en sí mismos. Glaser, cuando le preguntaban al respecto, se limitaba a señalar que lo importante son las ideas, no las herramientas, y sentenciaba: "la máquina de escribir no mejoró la poesía".
Tipografía creada por Glaser a partir de la Futura, convertida en Stencil. |
Los buenos consejos de la experiencia
La ética y el compromiso con la sociedad han acompañado durante todos su recorrido vital y profesional a Milton Glaser.
A modo de "decálogo", sigue siendo recordada su intervención en la Conferencia de la Alianza Gráfica Internacional de 2002, titulada Esto es lo que he aprendido, y que se resume en estos diez puntos:
- Sólo puedes trabajar con gente que te guste
- Si tienes oportunidad no tengas un trabajo fijo
- Algunas personas son tóxicas: Aléjate de ellas
- La profesionalidad no es suficiente. O, lo bueno es enemigo de lo genial
- Menos no es necesariamente más
- No hay por qué ser fiel a un estilo
- La forma en que vives puede cambiar tu cerebro
- La duda es mejor que la certeza
- Resolver un problema es más importante que tener razón
- Dí la verdad