Colores cálidos, colores fríos
La primera distinción que hacemos al describir los colores del círculo cromático es entre colores fríos y calientes. Es lo que entendemos como temperatura del color.
La percepción del color es también una sensación térmica, vinculada a la naturaleza, a nuestro entorno natural, a la temperatura de nuestro cuerpo, a las estaciones del año y a los colores predomientes en cada estación, en cada solsticio y en cada equinoccio.
En esta infografía he establecido una relación entre el círculo cromático, cuyas porciones forman una gradación desde los amarillos naranjas y rojos (más cálidos) hasta los más fríos, los azulados y verdosos, con los tonos y colores dominantes en la naturaleza en cada época del año.
Son colores que, al observar el ciclo anual de la naturaleza, dividido en estaciones (primavera, verano, otoño e invierno) y por equinoccios (de primavera y otoño) y por solsticios (de verano e invierno) se perciben como más fríos (agua, hielo, cielo, nubes... o más cálidos (sol, arena...).
Esa temperatura del color también se puede medir en grados Kelvin, especialmente en el campo de la fotografía, así los tonos más fríos o azulados van de 7.000 a 10.000 grados Kelvin, mientras que los calientes, de rojo a amarillo, oscilarían desde los 1.000 grados Kelvin hasta los 6.000 grados.
El color también juega un papel decisivo en la comunicación pues despierta y sugiere una serie de lecturas e interpretaciones psicológicas por parte de los receptores que conviene conocer.
Con respecto al color, también es interesante entender lo que llamamos la interacción del color, concepto acuñado por Josef Albers.