Editar por libre
El trabajo editorial de Beau Geste Press durante los años 70´ nos parece, al observarlo ahora, rudimentario y primitivo, especialmente si lo comparamos con la actual edición digital. Pero, ¿por qué podría resultar pertinente recordar esta romántica aventura?
Beau Geste Press (BGP) fue una editorial independiente especializada en obras de artistas contemporáneos, con tiradas muy limitadas y una producción absolutamente artesanal, cuya existencia ahora hemos podido recuperar gracias al CAPC (Museo de Arte Contemporáneo de Burdeos).
Fundada en 1971 por los artistas mexicanos Martha Hellion y Felipe Ehrenberg en una granja de la campiña inglesa (en Devon, para ser más exactos) y cerrada definitivamente en 1976, BGP ejerció una gran influencia en los circuitos de vanguardia y en la difusa periferia de los centros artísticos de su generación.
A modo de comuna -muy al estilo de la época- se instalaron con sus hijos y amigos en una granja dispuestos a desarrollar su proyecto: “una comunidad de duplicadores impresores y artesanos”.
En Beau Geste Press diseñaban, duplicaban e imprimían el trabajo de poetas visuales, neodadaistas y artistas del movimiento Fluxus. En un ambiente bucólico se ocupaban de todas las etapas de la producción, desde la concepción editorial hasta la impresión de las copias, pasando por la distribución y el envío postal personalizado, siempre en cooperación con los autores y artistas que les confiaban sus originales.
Felipe Ehrenberg explicaba en 1972 a Paul Brown, editor de la revista Transgravity el porqué de esta iniciativa:
Próximos al espíritu provocador y experimental del movimiento Fluxus (dado a conocer por las performances de artistas como Beuys o Yoko Ono), la comunidad BGP participó activamente en la exposición FLUXShoe (flux-show-shoe…), un circo ambulante donde primaba la participación, la performance y, en suma, la fusión y la confusión de géneros más absoluta, dejando algunos interesantes materiales gráficos.
Al observar ahora la forma de trabajar de Beau Geste Press (hace ya cuatro décadas) así como su concepción no comercial, romántica y artesanal de la edición, contrasta brutalmente con el actual panorama digital de la edición y de la generación desmedida de contenidos y de información.
Esa forma de editar, con sus tiradas mínimas y sin necesitar el beneplácito y la aprobación/viabilidad por parte de los "comités de expertos" de las editoriales, también nos recuerda mucho al auge actual de nuevos servicios editoriales que facilitan y hacen realidad el sueño de tantos mortales: publicar su libro… por unos pocos cientos de euros, unos cuantos ejemplares y a disposición de todo el mundo que pueda estar interesado, gracias a Amazon y a la denominada “impresión bajo demanda”.
EDICIÓN ARTESANAL
Felipe Ehrenberg explicaba en 1972 a Paul Brown, editor de la revista Transgravity el porqué de esta iniciativa:
“La razón principal por la que hemos creado nuestra propia editora ha sido para terminar con todas esas chorradas perniciosas, como el hecho de tener que someterse a la aprobación y valoración; con el stress que eso entraña”.
FLUXShoe
Beau Geste Press utilizaba medios técnicos muy modestos para la edición de sus publicaciones. Una de sus máquinas “estrella” era la Gesteiner, una copiadora adquirida en Londres y que ellos llamaron cariñosamente “beau tiful Geste tner”, fusionando el nombre de la marca con la propia denominación del grupo, que a su vez había sido tomado de la famosa novela victoriana Beau Geste.
AUTOPUBLICAR
Esa forma de editar, con sus tiradas mínimas y sin necesitar el beneplácito y la aprobación/viabilidad por parte de los "comités de expertos" de las editoriales, también nos recuerda mucho al auge actual de nuevos servicios editoriales que facilitan y hacen realidad el sueño de tantos mortales: publicar su libro… por unos pocos cientos de euros, unos cuantos ejemplares y a disposición de todo el mundo que pueda estar interesado, gracias a Amazon y a la denominada “impresión bajo demanda”.