FOTOENSAYO.
Un viaje al pasado, a un mundo que no existe. Fue un gigante que se descompuso ante los ojos del mundo. Así eran las calles en la Unión Soviética una década antes de desaparecer. No había publicidad; solo una propaganda omnipresente.
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La Revolución de 1917 como arma contundente y motivo de celebración. |
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Propaganda omnipresente en plazas, fachadas y calles. |
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Pioneros. |
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Coro de pioneras. |
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Aprendiz en la fábrica. |
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El regreso del trabajo en las calle de Moscú. Lenin siempre presente. |
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Trabajadoras y trabajadores, en la fábrica, en la estación, en el metro. |
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Las inmensas avenidas, las colar para visitar el Mausoleo de Lenin y siempre soldados. |
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En tránsito, con carteles murales informativos. |
La gente en las calles, al ir y al volver del trabajo; mujeres trabajadoras en la fábrica, militares, ferroviarios, niños pioneros de excursión educativa, colas ante el mausoleo de Lenin, el pueblo viajando en el Metro... Escenas de la vida cotidiana con un constante fondo iconográfico, de propaganda, con carteles y murales gigantescos. Lenin y la Revolución soviética como tema único.
Visiones muy distintas han dejado los diferentes testigos que viajaron desde los comienzos del nuevo régimen, desde el periodista Manuel Chaves Nogales para El Heraldo de Madrid, hasta el anarquista español Angel Pestaña. Aunque el primero fue el socialista y catedrático Fernando de los Ríos, que en 1921 publicó "Mi viaje a la Rusia Sovietista", una exhaustiva exposición de sus impresiones y un análisis minucioso de los pormenores de la nueva sociedad que se estaba fraguando tras el derrocamiento de la Rusia de los zares.
La URSS, ese Estado surgido de la Revolución Bolchevique de 1917, desapareció en 1991 al desmembrarse las repúblicas que lo constituían. Con la Peretstroika de Gorbachov esa desintegración del Estado soviético también se aceleró. Habían sobrevivido a la Gran Guerra, al estalinismo, a la guerra fría, a un lado del telón de acero.
- Estas fotografías fueron realizadas en la primavera de 1979. Con una cámara Asahi Pentax (mi primera reflex y casi mi primer reportaje), y película diapositiva, Ektacrome 64. Después de muchos años he podido recuperar estas imágenes digitalizándolas con un escaner Rollei.