Tipografía y retícula, valores del diseño
Un diseño simple, claro, útil y duradero. Esto es lo que defendió a lo largo de su carrera profesional Máximo Vignelli, que afirma en su Canon: “Estamos definitivamente en contra de cualquier diseño de moda y de cualquier moda del diseño”.
Atemporalidad en el diseño frente a la cultura de la obsolescencia, de lo efímero, de lo banal de las modas pasajeras.
Responsabilidad para con el cliente para resolver el problema de forma económica y eficiente.
Ese diseño atemporal tiene una función primordial: organizar la información. Para cumplir con este objetivo eficazmente, la retícula representa una estructura básica del diseño, pues ayuda a organizar el contenido, a darle una consistencia y un aspecto ordenado.
Los elementos de esa retícula (márgenes, columnas, medianiles, módulos…) se convierten en una metáfora visual de la disciplina necesaria que defiende Vignelli para enfrentarse a un proyecto de diseño. Simbolizan una reivindicación del trabajo cuidado y una actitud que proporciona la capacidad para controlar ese proceso de trabajo creativo.
Retícula de doble página para una publicación de Máximo Vignelli.
Estrechamente vinculada a la retícula está la tipografía y el cuidado de todos sus aspectos: la elección de la familia de letra, los tamaños, la alineación de los párrafos, el interlineado, la separación entre caracteres, los espacios en blanco, las secuencias de página…
Aquí también Vignelli era beligerante en la defensa del funcionalismo:
“Veo la tipografía como una disciplina que organiza la información de la manera más objetiva posible; no como una forma de autoexpresión. Prefiero una aproximación más objetiva, intentando hacer que el mensaje sea lo más claro posible en todas y cada una de sus partes”.
En opinión de Vignelli, han aumentado los niveles de polución visual con la proliferación de fuentes.
Están presentes también unos valores intangibles de ese diseño duradero que van asociados a la equidad, a la responsabilidad, a la “elegancia intelectual”… que contrastan con algunos de los tics de la sociedad red actual, dominada por la banalidad, la superficialidad, el déficit de atención y la intrascendencia, donde se hacen permanentemente listas como “15 tendencias del diseño para 2018”.