Infografía y visualización de datos
A veces se aplican los dos términos indistintamente, cuando en realidad no son exactamente lo mismo.
Tanto la infografía como la visualización de datos son fórmulas utilizadas para representar visualmente la información (que puede incluir datos numéricos o no).
Mientras la visualización de datos muestra esa información de manera fría y objetiva, y deja en manos de sus receptores extraer sus propias conclusiones, la infografía busca, de una u otra forma, contar una historia, mostrar un relato que conduzca a su audiencia a sacar unas conclusiones, con un enfoque más subjetivo.
Las infografías son –o pretender ser– representaciones gráficas de hechos, acontecimientos, en lugares, en tiempos o momentos, que reflejan y explican esquemáticamente un tema.
ALGUNAS DIFERENCIAS
Las infografías son pensadas y diseñadas por alguien para representar unos datos y una información específica que ha seleccionado previamente entre la documentación y las fuentes consultadas. Diseñan y presentan un relato que aspira a cumplir unos objetivos de comunicación después de haber trazado una planificación previa. No ocultan la subjetividad que implica seleccionar los datos y optar por un tipo de diseño u otro para representar gráficamente esa historia. En este sentido, las infografías conducen al lector para que establezca unas interrelaciones y saque unas conclusiones.
Las visualizaciones de datos son representaciones gráficas mediante convenciones estadísticas, de formas esquemáticas y abstractas, que muestran a los lectores el proceso de información, para que pueda hacerse una idea del contenido de esos datos claramente y de un golpe de vista.
El auge de este concepto está estrechamente vinculado al del Big Data, esa ingente cantidad de datos que requieren ser traducidos, calculados, comparados y condensados; materia prima de la visualización y de lo que se ha dado en llamar periodismo de datos.
En buena medida esta es una fórmula adecuada para que la audiencia saque sus propias conclusiones, al ofrecer los datos objetivamente. Esos datos son generados automáticamente por aplicaciones informáticas.
CUANDO USAR UNA FÓRMULA U OTRA
Los datos adquieren valor cuando se convierten en información.
La visualización de datos es adecuada en trabajos académicos, en manuales, en informes corporativos y económicos u otros casos donde se requiere transmitir datos para que pueden ser entendidos y analizados lo más rápida y asépticamente posible. Es preciso subrayar que en estos casos, sus receptores están predispuestos y “obligados” a recibir esos datos.
A la mayoría de la gente le gustan las historias y que se las cuenten de forma amena y atractiva, especialmente en un entorno de mensajes y de información, tanto textual como visual, claramente saturado.
Una infografía bien documentada y bien diseñada, puede mostrar un tema, ayudar a entenderlo, a retenerlo y a recordarlo, gracias a una utilización adecuada de todos los recursos gráficos a su alcance.
Por esta razón las infografías se utilizan cada vez más, no sólo en los medios periodísticos orientados hacia nuevos públicos y hacia el universo de los blogs y los medios y redes sociales, donde esas infografías se visualizan y se comparten de una forma muy rápida.
También en las nuevas estrategias de marketing y de comunicación promocional las infografías creativas han encontrado su espacio, además, evidentemente, de otros campos como los educativos, formativos y de divulgación.
UNA POLÉMICA OBSOLETA
Hace ya algunos años que se generó una polémica –probablemente estéril y superada por la evolución de los acontecimientos– sobre dos posibles enfoques aparentemente irreconciliables en esto de la representación visual de la información.
Los que defendían una visión analítica, apoyada en las bases de datos y en las asépticas aplicaciones informáticas, criticaban a los que, con un enfoque “estetizante” buscaban páginas y piezas más atractivas gráficamente, más ilustrativas, orientadas a un público más amplio que el “académico”.
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| Infografia diagramática que muestra una secuencia de una forma muy didáctica. |
Nigel Holmes, infografista mundialmente reconocido, se defendía de esas críticas, afirmando que esa concepción analítica había conducido a la proliferación de gráficos excesivamente fríos y deshumanizados, distantes para el lector medio, y reivindicaba la dimensión estética y emotiva de la infografía.
Y es que cada opción tiene su momento y su lugar.
Una infografía puede contener visualización de datos, pero no a la inversa.
Una infografía es fruto de una planificación creativa, una labor donde su funden diseño e información.
