Design Thinking, o cómo desarrollar un proceso creativo en cinco fases
Design Thinking y Visual Thinking son términos que se están utilizando cada vez más y que responden al intento de recuperar el uso del lenguaje visual y sus recursos gráficos para explicar muchos aspectos de la realidad así como para comunicar ideas, conceptos o procesos con la ayuda del Diseño, entendido como un proceso estratégico.
Pensar visualmente y pensar en términos de diseño, desde los bocetos iniciales hasta la realización final de las ideas, y su implementación, o difusión entre nuestros públicos o usuarios objetivos, es un trabajo estratégico.
Se requiere una metodología y seguir un proceso creativo no lineal, en el que es preciso desarrollar nuestra capacidad de análisis y de síntesis para gestionar la información que debemos dosificar y mostrar.
Pensar en términos de diseño requiere la utilización de una sintaxis adecuada de las imágenes y del lenguaje gráfico que vamos a utilizar (de la misma forma que utilizamos la sintaxis para hablar y para escribir en nuestro idioma). Lineas, formas, colores, escalas, contrastes, proporciones, perspectivas, texturas, tonos... son algunos de los elementos que empleamos en nuestra lenguaje.
METODOLOGÍA DE DISEÑO
En los cinco pasos que utilizamos en este proceso de trabajo desde un enfoque de Diseño o Design Thinking, y que mostramos en la infografía adjunta, destacamos que nos obligan en algunos casos a retroceder, a volver a etapas anteriores y a probar y a comprobar nuevas ideas y nuevas opciones.
Un proceso creativo no lineal:
1. Empatía. Intentar entender a nuestros destinatarios e intentar comprenderlos en sus deseos y objetivos. Tiene un componente claramente emocional.
2. Definir. Poner el foco en los objetivos y lo que debe incluir nuestro mensaje. El factor emocional y de cercanía con nuestros destinatarios puede ayudar a definir los objetivos y las características y atributos que debe tener nuestro diseño.
3. Ideas. La creatividad se pone en marcha y el diseño gráfico busca los repertorios visuales más adecuados a nuestro mensaje.
4. Prototipo. La realización de nuestro diseño entendido y enfocado como modelo para mostrar a los usuarios del artefacto y ser aplicado en sucesivas ocasiones (si se trata, por ejemplo, de una publicación web). Ver y analizar el prototipo ya hecho nos puede ayudar también a generar nuevas ideas que no habíamos contemplado en las fases anteriores.
5. Test de evaluación del prototipo de diseño para comprobar su eficacia o los posible errores de usabilidad. Los test nos ayudan también a conocer mejor algunos aspectos de los usuarios y destinatarios que no se habían definido bien.
ARTEFACTOS COMPLEJOS
Este método de trabajo que deberían seguir los diseñadores en su trabajo, además del inexcusable briefing de diseño, también puede resultar útil en otras actividades profesionales y empresariales y en otros campos, como la educación.
Su aplicación es especialmente recomendable al abordar proyectos especialmente complejos tecnológicamente que van a ser utilizados y manipulados por usuarios en busca de la interacción.
La llamada Experiencia de Usuario y el UX Design, que dan un paso más en los conceptos de Usabilidad y de Diseño Centrado en el Usuario, son ejemplos muy claros en el desarrollo de productos y publicaciones digitales para la Web.