Los colores de La Boca
FOTOENSAYO
El color, protagonista en la ciudad. Uno de los barrios más populares y singulares de Buenos Aires se identifica inmediatamente por sus casas pintadas con vivos colores.
El barrio de la Boca es conocido mundialmente por el Boca Juniors, equipo de futbol que lanzó al estrellato a Diego Armando Maradona y por su estadio, La Bombonera. Aunque, también se relaciona inevitablemente con el tango, que forma parte de su paisaje sentimental: siempre suena un bandoneón* en sus calles, especialmente en la entrada de Caminito, la arteria principal del barrio.
Pero este auténtico barrio de Buenos Aires es identificado visualmente por los vivos colores de sus sencillas y humildes edificaciones.
A mediados del siglo XIX se asentaron allí, junto al Riachuelo y cerca del puerto, emigrantes italianos y españoles. Aprovechando la pintura sobrante que se utilizaba para pintar las barcazas del puerto, los vecinos de La Boca recubrieron y decoraron las paredes de chapa ondulada con que habían construido sus casas.
El resultado es un catálogo de colores saturados y atrevidos: verdes, amarillos, rojos, añiles, anaranjados, malvas... y otros difíciles de nombrar; colores combinados unos con otros, creando sabia o aleatoriamente, interacciones cromáticas, de tonos y matices.
Hoy La Boca es un inevitable foco de atracción turística donde paran autobuses repletos de visitantes que pululan en torno a Caminito y visitan museos como el de Bellas Artes de La Boca Benito Quintela Martin, la Fundación Proa de Arte Contemporáneo o el Museo de la Pasión Boquense.
*Un acordeón de reducidas dimensiones, ideal para acompañar en la calle, con su sonido inconfundible, a los cantantes y bailarines de Tango.
Estas imágenes fueron tomadas a finales de los años ochenta, utilizando película diapositiva Velvía de Fujicrome, emulsión que se caracterizaba por la obtención de colores saturados.